ORGANIZACIÓN DE TRABAJADORES RADICALES
Trabajadores radicales críticos al gobierno nacional y a la conducción partidaria
Este viernes 30 y sábado 1, se llevó a cabo en la ciudad de Rosario un nutrido encuentro del sindicalismo radical, el brazo oficial que tiene este partido en el sector del trabajo que es la Organización de Trabajadores Radicales, con la participación de unos doscientos dirigentes que se juntaron con la motivación de recordar los 30 años de la reunión nacional del gremialismo radical producida en la localidad de Huerta Grande (Córdoba) en el año 1988, que fue el embrión para el nacimiento formal de la organización.
En razón de ello se llevó a cabo en la ciudad santafesina un acto recordatorio, pero además los correligionarios realizaron distintos paneles y talleres sobre temáticas como la realidad del trabajo en la Argentina y el NEA, la capacitación y el trabajo, la inserción de la mujer en los ámbitos de representación, las nuevas tecnologías y los cambios laborales, además de producir reuniones de Foro de Trabajadores Radicales No Docentes, de la regional NEA de la OTR y de la OTR Nacional.
Desde allí tomaron impulso iniciativas y propuestas sobre distintas problemáticas del sector trabajo, así como también el avance en la constitución de un instituto de formación y capacitación sindical, y el relanzamiento del Observatorio Nacional de Derechos Humanos de la Organización.
A lo largo de las dos jornadas de discusión fueron uniformes los planteos críticos a la realidad general y del trabajo en el país a la gestión del gobierno nacional de Cambiemos-Pro y de los distintos gobiernos provinciales del PJ, y al rol que ha venido teniendo la Unión Cívica Radical como partido en esta etapa.
Es necesario tener en cuenta que los debates tuvieron un alto grado de cuestionamientos a las acciones del gobierno nacional, con respecto a muchos de las cuales la OTR se ha manifestado en estos años públicamente en desacuerdo y a la actitud asumida por las distintas autoridades partidarias nacionales en cuanto a las posiciones que asumió el radicalismo.
Estas expresiones tuvieron posiblemente su máxima manifestación en las palabras del secretario general de la OTR Nacional en el acto por los 30 años de la organización, el sindicalista de la provincia de Córdoba Javier Varetto, donde reafirmó diferentes posiciones que vienen planteando los trabajadores radicales.
El gremialista de filiación radical señaló que “no estuvimos callados en la década pasada, cuestionamos y combatimos al kirchnerismo en nuestros ámbitos y en la calle, no podíamos estar callados estos años, y no lo estuvimos ”, además reafirmó que era necesario un cambio, pero que “lamentablemente el radicalismo ha sido un “convidado de piedra” de esta etapa, donde se desarrolló un gobierno nacional de Cambiemos-Pro”
“Las decisiones que toma el gobierno parecen ser elaboradas para y por el beneficio de determinados sectores de la sociedad, los sectores concentrados de la economía”, puntualizó Varetto, enfatizando que muchas de las acciones de gestión eran contrarias a lo que el radicalismo había afirmado como posiciones hasta el 2015 y que otras lo eran a posiciones históricas de la Unión Cívica Radical.
Reafirmó, también, el rechazo de los trabajadores radicales a la reforma laboral, ya que en la forma que está planteada “no sirve para generar empleo y sólo generaría flexibilización laboral y una vuelta a las recetas de los 90, así como recordó la oposición que se tuvo desde el sector a la reforma jubilatoria, que terminó afectando el haber de nuestros pasivos”. Además, realizó una detallada enumeración de cuestionamientos a medidas económicas y de otras índoles del gobierno, recordando finalmente la afirmación de la necesidad de ”un gobierno con menos CEOS, más política y sensibilidad social”.
En su discurso, el cordobés volvió a manifestar el reclamo de la adopción de otro rol del centenario partido, expresando que “la UCR debe dejar de hacer un seguidismo bobo al gobierno nacional, marcando la crítica que corresponda con propuestas alternativas de solución y así poder corregir los errores que se producen”, y que era y es necesario “un radicalismo que sea barrera de protección a los sectores vulnerables, los trabajadores y los jubilados”. Por lo que reclamó que “este radicalismo del siglo XXI debe volver a levantar las banderas del radicalismo social que enarboló Larralde y su artículo 14 bis, así como cada uno de los gobiernos radicales”.
De la misma forma que dejó claro que más allá del signo político de los gobiernos, si avanzaban sobre derechos sociales y laborales, los trabajadores radicales “tienen en claro donde deben estar y ese lugar es al lado de los sectores vulnerables, los trabajadores y los jubilados. Estos sectores son los únicos compromisos de los trabajadores radicales, así como la república y la Unión Cívica Radical”, haciendo una fuerte aclaración: “no aquella que levante banderas desteñidas o amarillentas, sino la que enarbola banderas rojas y blancas, consecuentes con su historia”.