Elisa Caffaratti es Vicepresidente Primera de la Legislatura de Córdoba, psicóloga por la UNC (Universidad Nacional de Córdoba) y madre de 5 hijos.
Posee un tono pausado y reflexivo, es meticulosa y metodológica: incluso su escritorio está prolijamente ordenado. En su tono se advierte la calle, el diálogo sostenido con cientos de vecinos que la habrán sorprendido con sus reclamos, sus inquietudes, sus ocurrencias. Hay algo pedagógico que es innato en sus conversaciones.
Conversamos con ella de los aspectos sociales del actual gobierno de la Provincia, de ser mujer en política, de las elecciones del año que viene que están cada vez más cerca.
Hace algunos años, de forma sostenida, venís haciendo recorridas por los barrios de Córdoba…
Es un trabajo muy lindo y reconfortante que empezó hace 6 años, lo inició el Legislador Rodrigo De Loredo; es el compromiso como dirigentes políticos de hacernos presentes 2 veces a la semana en un barrio de Córdoba. Lo interesante de esto es que ya pasaron 6 años y cada miércoles y jueves hemos estado presentes en alguno de los casi 500 barrios que tiene Córdoba. Es posible gracias al trabajo de todo un equipo que nos hemos comprometido con esta tarea.
Se selecciona un barrio, se seleccionan los teléfonos fijos de ese barrio, se habla a cada uno de los vecinos para decirles en qué lugar del barrio, muchas veces en un centro vecinal, en una institución o en una plaza y allá vamos al encuentro de ellos y a partir de ese encuentro se produce una reunión, que más allá de ser una posibilidad de conocernos, también es una reunión de trabajo, donde más que hablar vamos a escuchar, a tomar nota de la situación del barrio, y de los pedidos de los vecinos y después gestionamos a las distintas reparticiones provinciales, municipales o nacionales lo que surgió de esa reunión.
¿Cuáles son las principales inquietudes que te plantean?
El problema número uno de los ciudadanos de Córdoba es la seguridad, la preocupación por la seguridad. A pesar de la nueva ley de seguridad ciudadana y la promesa del gobierno de la policía barrial, que fue la propuesta que se planteó acá en la legislatura.
Hay mucha inseguridad en los barrios, los vecinos no se sienten cuidados, la policía barrial si bien en muchos barrios está presente lo hace alternativamente no sostenidamente, daría la impresión que están en un barrio y después la movilizan hacia otro, y no se pudo realmente concretar esa idea que la policía barrial iba tener la proximidad con el vecino, iba ser algo estable en cada barrio.
La falta de móviles, etc., hace que los vecinos de Córdoba de todas las clases sociales y de todos los sectores, realmente estén pasando momentos muy angustiantes. De decirte que buscan horarios para ver en qué momentos salen a hacer las compras o cómo se organizan para ir a tomar el colectivo.
Después hay problemas que tienen que ver con la cuestión municipal, como es en algunos barrios el tema del alumbrado, sobre todo al interior de los barrios. Por ahí en las calles principales están cubiertos y también se liga con el tema de la inseguridad.
Muchas veces ha habido un crecimiento también importante en algunos sectores de la ciudad que ya se están tornando como muy comerciales y céntricos, en esos sectores se nota la falta de presencia de la municipalidad, como que no se ha acompañado ese crecimiento. Donde hay, por ejemplo, estacionamiento indiscriminado, tapan cocheras o una proliferación de negocios importantes y todo ese crecimiento muchas veces no ha estado acompañado del control y la presencia necesaria como lo es en el centro; en muchos lugares de la ciudad como la Tejeda, Jardines del Jockey o Jardín Espinosa u otros sectores de la ciudad que han crecido en forma exponencial.
Esos serían los principales temas.
Hace un tiempo denunciaste recortes en el Paicor
Sí, vengo haciendo todos los años un análisis, ya desde la gestión anterior también de Unión por Córdoba a cargo de De la Sota, del uso del gasto social porque los montos que se destinan a las partidas sociales nos hacen prever o tener una hipótesis de que los índices de pobreza deberían ser mucho menor de los que presenta Córdoba que lamentablemente en los últimos años estamos ocupando los primeros podios en relación a las otras provincias lo cual es una incongruencia total si tenemos en cuenta que Córdoba es la segunda provincia más rica del país y en algunos aspectos la primera.
Hacemos un análisis y notamos que hay muchísimas falencias. Primero en cuanto a la planificación del gasto, muchas veces se repiten programas que los tienen distintos ministerios, se superponen programas provinciales y nacionales en algunos temas y en otros no hay nada. Notamos permanentemente una subejecución de las partidas sociales como fue en el 2017 con el Paicor, que al margen de haber un recorte importante de beneficiarios también hubo una subejecución de ese presupuesto.
Y así como en el Paicor, en alrededor de 31 programas sociales que nosotros venimos monitoreando, vemos que el dinero que se aprobó en la legislatura y que se aprobó en el presupuesto para determinados programas sociales, a la llegada de la cuenta de inversión que es la que te da cómo se utilizó ese dinero, se presentan en 31 programas subejecuciones, o sea que no se gastó el total del dinero que se había prometido para determinados fines sociales, y eso es realmente preocupante, si tenemos en cuenta los índices de pobreza de Córdoba que no aflojan y no se condicen con la realidad de nuestra provincia.
¿Cómo es hacer política siendo mujer en una provincia como Córdoba que tiene una fuerte identificación sobre el hombre como conductor?
Por el simple hecho es como que debemos esforzarnos el doble, mostrar el doble de títulos, militar el doble, por lo menos en nuestro partido y también en general creo que la actividad política como está concebida por hombres también te hace muy difícil de poder llevar simultáneamente la vida familiar o las responsabilidades que una tiene como mamá cuando tenés chicos y la vida política. No es fácil.
¿Cómo ves la lucha que están dando las concejales de la Ciudad alrededor de la paridad?
Lo veo con entusiasmo pero veo que realmente son increíbles las resistencias que se están oponiendo a la paridad, que ya es un hecho, que debería ser algo aceptado por la mayoría, como lo han sido las recomendaciones tanto de organismos internacionales, las experiencias en otros países más avanzados, la propia legislatura de Córdoba que fue una de las pioneras.
La verdad lo veo con preocupación, como mujer veo con preocupación que a esta altura del partido dirigentes políticos que ocupan puestos de representación, presenten tantas resistencias a algo que es un lineamiento ya internacional de organismos muy reconocidos en cuando a la importancia de la paridad no para las mujeres, sino para la ciudadanía. Acá no se trata de estar buscando un nicho para un determinado grupo, es realmente una ventaja para la democracia y para la ciudadanía que los espacios representativos estén equitativamente representados, valga la redundancia.
Apoyo totalmente las distintas propuestas de las concejalas, pero no deja de preocuparme la resistencia que se vió y me pareció desmedida, inédita, poco entendible.
¿Por qué crees que desde el radicalismo o la oposición no se ha logrado en 20 años desalojar del poder a Unión por Córdoba?
Creo que el radicalismo durante muchos años ha hecho como un pacto de convivencia con el peronismo, la verdad no le encuentro, si no, otra explicación. Nos ha costado mucho dialogar y encontrarnos en los consensos, poder articular todos juntos una propuesta para poder sacar al peronismo del poder y ofrecerle a la ciudadanía una alternativa seria y creíble. Muchas veces las distintas expresiones que tiene en su seno el radicalismo han hecho que este objetivo no se pueda lograr.
¿Y cómo encuadrarnos hacia la elección del año que viene dentro del marco de Cambiemos?
Tenemos una oportunidad histórica, realmente el peronismo ha cumplido un ciclo. Es increíble que una provincia como Córdoba pueda tener en el poder más de 20 años a un mismo partido político, ya nos encaminamos realmente a pasar a ser una provincia casi feudal como nos asombraban en otras épocas San Luis, Formosa o Catamarca. Me parece que las condiciones están totalmente dadas en esta coalición de Cambiemos para que realmente la provincia cambie de signo político, si no lo logramos va ser totalmente responsabilidad nuestra.